JUAN PEDRO CARCELEN: PREMIO "PALABRA EN LIBERTAD". Por JOSÉ BELTRÁN PEÑA.
JUAN PEDRO CARCELEN: PREMIO "PALABRA EN LIBERTAD".
Por JOSÉ BELTRÁN PEÑA.
Juan
Pedro Carcelén Ruiz Bravo, nació en Lima (PERÜ), en el año de 1945, de
profesión economista, y se ha desempeñado en importantes cargos como el de
gerente general del Banco Central de Reserva, superintendente adjunto de Banca
y Seguros, así como haber ocupado importantes cargos en empresas privadas.
Sin
embargo, paralelamente a sus responsabilidades profesionales, tiene un oficio
que no lo deja tranquilo, el de literato, que lo ha llevado a escribir novelas;
y quien le dio la bienvenida al mundo grato y espinoso de la literatura fue el
destacado poeta César Calvo con las siguientes palabras que escribió en salute
de su primera novela: “Nos, ha nacido un gran escritor. Se llama Juan Pedro
Carcelén. Lo dejo con ustedes, no para que me den la razón únicamente, sino
para que compartan su pasión”.
En el año
2001, publicó la novela, EL OTOÑAL PRIMER ROMANCE DE LA TÍA ELVIRA: Es ésta la
historia de Artemio Luis Reátegui, un típico sinverguenza limeño. De aquellos
que, lejos de todo escrúpulo, sobreviven pisoteando los derechos de los demás;
que no distinguen ni pretenden distinguir las fronteras entre el bien y el mal.
Las peripecias de este personaje itinerante se entrelazan con otras narraciones
que revelan un mosaico de formas de vida, un grotesco desfile de personalidades
que no serán extrañas para el lector, en las que sin duda hallará más de un
rostro familiar.
El
retrato del protagonista de esta novela, logrado a través de episodios
independientes, es un conjunto de pinceladas que nos presentan, a la manera
expresionista, maldades y virtudes –sí, alguna virtud alcanza a mostrar también
el inefable Artemio Luis-, fracasos y conquistas, sinsabores y alegrías. En
suma, el ser humano en una concepción particularmente dramática.
En el año
2003, presentó la novela, “ETERNO RETORNO DE LOS SOLDADOS DE PLOMO”: Es ésta
una novela de amor y humor, que narra las dichas y desgracias de un grupo de
curiosos personajes; el enamoradizo poeta Maldonado, el erudito Chino Li, la
agraciada loretana Celeste, la dulce Zinnia en su silla de ruedas, el
carismático Pedrito, el pérfido General Peña, el generoso chamán Ramoncito. Las
historias giran y cautivan, entrecruzando no solamente al amor con el humor,
sino también la inocencia con el erotismo, el curanderismo con la magia negra,
la sabiduría con el machismo, la envidia con la generosidad. Temperamentos y
conductas sirven para retratar la personalidad del hombre.
Pero el
lector atento descubrirá que es otro el tema central de Eterno retorno de
los soldados de plomo: la ancestral búsqueda del ser humano por
interpretar su esencia y su destino; y también otros los personajes
principales: Nietzsche y su tesis del eterno retorno, Heráclito y Unamuno,
Platón y Confucio, Epicuro y Parménides se apropian de la novela y resuelven
sucesivos enigmas que el hombre contemporáneo no ha terminado de interpretar.
Por sus
rasgos peculiares, es esta una novela muy difícil de clasificar: discurre sobre
su propio cauce.
En el año
2012, hizo pública su novela FIESTA DE DISFRACES: Últimos meses del siglo XX:
tres personajes, cada cual prisionero de su propio pasado, protagonizan esta
novela de corte judicial en la que nadie trata de descubrir si el mayordomo fue
el asesino, y que, más bien, pone de relieve las limitaciones del ser humano
para administrar justicia con rectitud y comprensión.
Ellos son
unidos por el destino en una causa común. Valentín es juez de paz no letrado de
un apartado pueblo de la provincia de Ferreñafe, quien viaja temporalmente a
Lima. En la capital conoce y se enamora de Aurelia, una cautivadora chinchana
de cascos ligeros. Pero Aurelia, si bien corresponde los sentimientos del juez
de paz, no es una mujer libre:
Fortunato,
su novio, o amante –o “mariachi” en palabras de ella-, está en prisión acusado
de estafa. Era este un próspero y respetado empresario tacneño hasta que los
estragos de una crisis se agravaron al recurrir él a la defraudación
tributaria, la que fue castigada por la justicia y lo convirtió en un paria.
Valentín se solidariza con los afanes de Aurelia y aporta toda su sapiencia en
la defensa a la que todo reo tiene derecho.
Se forma
así un triángulo pocas veces visto, en el que uno de los vértices –Valentín-
sale en auxilio denodado de su rival de amores. Por su parte, el lector se
dejará atrapar por la simpatía que irradia cada una de las personalidades
UN GRAN
APORTE LEXICOGRÁFICO: El año pasado (2015), publicó gracias a los auspicios de la joven
Universidad Peruana de Ciencias e Informática, El “Diccionario de travesuras
del idioma”, en el cual, explora las profundidades del castellano y los
orígenes de palabras que son parte de nuestra vida cotidiana.
Se trata
de un libro que es resultado de varios años de esfuerzo, en los cuales se
seleccionan epónimos o palabras que provienen de un nombre propio de persona,
por ejemplo, el término “canillita” que proviene de un niño que era personaje
del sainete del mismo nombre del dramaturgo y periodista uruguayo Florencio
Sánchez (1875-1910). Se le llamaba de esa manera porque ejercía su oficio con
las piernas desnudas, con sus canillas.
Y, por
otro lado, también presenta un glosario de metonimias de marca, es decir de
aquellas palabras que se originan en marcas de fábrica, nombres registrados y
similares. Por ejemplo uno de los términos más conocidos es el de frigider, que
proviene de una de las primeras marcas de las congeladoras.
Sin duda
estamos ante una contribución que, en medio de travesuras lexicográficas, nos
ilustra en la práctica del idioma castellano. El autor contó con la
colaboración de Pilar del Avellanal.
CONSECUENTE
CON LA AMISTAD ADMIRABLE Y RESPETABLE: Juan Pedro Carcelén dejando de lado el
ego –propio de los personajes y personajillos del arte literario en general-,
ha dado muestras de decencia y ser consecuente con la amistad literaria, en el
año 2002, como editor, nos presentó el libro homenaje: César siempre / A César
Calvo, de sus amigos, en el cual, reunió palabras comentarios, anécdotas,
poemas de “los amigos de César Calvo”: Delia Ackerman, Cecilia Barraza, Andrea
Blarzino, Eugenio Buona, Charlotte Burenius, Elena Bustamante, Ángel Calvo,
Germán Carnero Roqué, Arturo Corcuera, Víctor Delfín, Carlos Domínguez, Alberto
Escalante, Raúl Ferrero Costa, Pepita García Miró, Julio Octavio Garrido, Jorge
Heraud Cricet, Rodolfo Hinostroza, Francisco Izquierdo López, César Lévano,
Antonio Melis, Ricardo Miytsuya, Manongo Mujica, Reynaldo Naranjo, Winston
Orrillo, Manuel Pantigoso, José Pavletich, Saúl Peña, Bruno Portuguez, Danilo
Sánchez Lihón,. Pedro Luis Sifuentes, Max Silva Tuesta, Alejandro Tamashiro,
Maruja Valcárcel, y del mismo Juan Pedro Carcelén; y otro ejemplo reciente, es
el artículo que fue publicado en la revista del Club Social Miraflores por la
desaparición de Pedro Gjurinovic Canevaro.
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